jueves, 22 de diciembre de 2011



F E L I C E S     F I E S T A S !!!

Hola a todas de nuevo!, esta vez me comunico con ustedes para desearles felices fiestas :3
espero que se lo pasen bien y haya paz y amor en sus hogares, y más que todo en sus corazones. Gracias por la amistad que muchas me brindaron en el año, son todas unas grandes personas, enserio, gracias por el apoyo y por leer mis sentimientos hacia Michael en esta humilde novela, son geniales enserio.




Hablando de la novela, estoy escribiendo lo que falta de capítulos , pero tengo que cocinar, arreglar, etc., ya me entienden el revoltijo que se hace en estos días ¬¬, pero en fin...a mi no me emociona demasiado la navidad, pero tengo siempre que ayudar a la querida madre y recibir a la familia cofaburridocof, pero en fin.


Gracias por seguir leyendo!, y quiero ver sus comentarios, son lo que me motiva a seguir enserio D: y hahaha una vez no sé si una de ustedes u otra persona creyó que escribo cosas "cursis y lindas" porque tengo una gran y enorme inspiración en alguna relación propia con alguien, wow que equivocada esa gente ._. si de verdad quieren saber mi inspiración es Michael, el le hace escribir esas "cositas lindas" <3 , porque la verdad soy un desastre ...bueno si quieren saber como es mi vida amorosa escuchen Attention de Tokio Hotel y ahí esta descrita toda mi vida amorosa xD y...de como es mi vida en general escuchen  Ordinary World de Duran Duran, con esas dos canciones se llega a saber mucho de mi U_U, hahaha ¿por qué escribo eso?, ustedes han de estar diciendo "Oh esta loca relatándonos su vida, que a nadie le interesa D:", sep...si piensan así están en toda la razón U_U


En fin sé que las aburro con mis ocurrencias, gracias por aguantarme tanto tiempo :3
Bueno sin mas preámbulos, felices fiestas!, coman mucho, disfruten, y no se emborrachen tanto (???)


Cuídense, son lo máximo T^T~

(づ。◕‿‿◕。)づ un abrazo~



sábado, 17 de diciembre de 2011

Capítulo XXX: Sorpresas y Reencuentros.


¿Cómo pase la noche?...algo así como: me dormía, me despertaba, dormía, me despertaba, y así sucesivamente; creo tome alrededor de diez vasos de leche caliente, y ni siquiera sabía que me gustaba la leche, pero en esos momentos me importaba en lo mas mínimo.

Ahora mismo estaba en el sillón, tumbada, viendo hacia a la nada. La verdad los nervios ya se habían ido, pero fueron sustituidos por ansiedad. No paraba de mover mis dedos en la mesa, y quería hacer algo, pero estaba demasiado cansada como para levantarme del sillón. Era muy temprano… y era sábado… así que podía quedarme aquí todo el tiempo que llevara recibir la tan esperada llamada de Michael.

Sonó el timbre.

Ok, ahora mismo no estaba para atender a nadie. Pero me levanté tal cual zombie hacia la puerta. ¿Quién rayos podría ser?... ¿mis amigas?...no creo han de querer matarme… ¿Papá?... hubiera avisado, siempre se pierde…. ¿Haddy?....a penas si la dejan salir a la vuelta de la esquina sola… ¿Fred?.... no sabe mi dirección…

Entre pensamientos Caira abrió distraídamente la puerta. Cuando subió la mirada pudo ver que era Michael con una sonrisa que hacía notable su enorme alegría.

-¡Caira!
-¡Michael!

 Se quedaron un rato en silencio solo viéndose a los ojos. Caira sorprendida y Michael realmente feliz. Hasta que Caira reacciono y abrazo fuertemente a Michael mientras el la levantaba ligeramente del suelo.

-¡Michael me voy a caer!, ¿qué paso?
-¡Soy libre!-dijo Michael volviéndola a colocar en el suelo y sonriéndole.-ya les dije. Y soy libre… ¡ya no volveré a casa!
-¡Michael eso es genial!-dijo abrazándolo emocionada y con unas cuantas lagrimas de felicidad brotando por sus mejías.

Estaba tan feliz. No habían palabras para describir cuan feliz y aliviada me encontraba. Simplemente me entregue a sus brazos y lloré, es tan delicioso llorar por felicidad… se siente tan bien. Después de que los dos gritáramos emocionados y nos abrazáramos cada 5 segundos como raros, entramos a mi apartamento y Michael me contó todo detalladamente. Yo solo lo escuchaba sin poder articular una palabra.

-Y así fue. Ahora soy libre… no sabes cuan feliz estoy.
-¡eso es genial!... pero… ¿seguro que quieres dejar tu casa?...p-pude haber esperado lo que fuera…con tal de…que estuvieras a mi lado…
-Caira…-dijo acariciando mi mejia- todo esta bien. Me gusta la vida sencilla, no esa vida llena de lujos y excentricidades que tenía. Además yo ya no podía esperar a estar contigo…-dijo besándome delicadamente. Haciéndome sentir en las nubes y no preocuparme por nada. Un beso que me hizo saber que todo estaba bien…no podía creer que ya fuéramos libres para amarnos. Y como iban las cosas no quería que este momento acabara jamás.


Mientras en la ciudad…

Tocan la puerta de esa oficina escondida de la multitud, donde el jefe del negocio que se lleva a cabo en esa oficina yace sentado analizando unos papeles.

-abre la puerta Elder.-le ordena al chico robusto de traje cerca de él.
-ahora señor.-dice abriendo la puerta.

Una chica entra sin siquiera pedir permiso, pavoneándose por la amplia oficina hasta llegar al escritorio del jefe en gran espectáculo, este mismo solo voltea su escritorio para mirarla casi indiferente.

-Buenas tardes. ¿Tenía cita, no?
-obviamente, si no, no me hubieran dejado entrar-dijo como si fuera de lo mas obvio l cruzando las piernas y jugando con su cabello.
-si tiene razón. Bueno…-reviso unos papeles- señorita, Di Carletti… ¿en qué le puedo ayudar?
-¿no le llego mi fax?
-déjeme ver… Elder tráeme mis lentes.
Ya con sus lentes en la mano reviso una carpeta y encontró el fax. Leyó detenidamente, sorprendiéndose un poco.
-interesante-dijo finalmente quitándose los lentes, haciendo a un lado la carpeta y el fax para luego apoyarse en sus codos y ver detenidamente a la señorita.-he trabajado para sus padres señorita Di Carletti, pero los asuntos que usted me esta solicitando, son algo inusual viniendo de su familia, al menos de sus padres. Al parecer  no están al tanto, o ¿me equivoco?
-no se equivoca. No están ni estarán al tanto. Lo solicito a usted porque sé que tiene discreción…y usted ya sabe…que pagaré bien-dijo demasiado segura de si misma.
-sé que el dinero no es problema para usted…pero… ¿esta atenida a las consecuencias que esto puede causar?, le puede traer muchos problemas.
-hay cierta frase que responde a eso: lucharé por lo que quiero.



En casa de Emmily, ella y María estaban en la habitación charlando y viendo una película.

-oye…hace mucho que no hablamos con Caira.-dijo María algo preocupada.
-tienes razón. Pero no se ha comunicado con nosotras y eso me tiene enojada. Es cierto que esta lejos, pero… ella sabe que la extrañamos, debería llamar.
-si tienes razón… me pregunto que habrá pasado entre ella y aquel chico de medicina… ¿crees su partida tenga que ver con él?, se le veía deprimida…por eso nos distanciamos bastante y luego cuando se mudo aun mas…
-pueda que tengas razón. Pero tendría que oír eso de la boca de Caira.

Sonó el teléfono de Emmily.
-¿Diga?
-Emmily…
-¡¿Caira?!
-hehe…Hola…
-hey, ¿Qué rayos te pasa?, ¿te comió la lengua el gato?, ¡habla bien!, soy tu mejor amiga tonta, tenme respeto.
-hahaha, ok, tranquila. ¿Cómo estás?
-estoy bien. Pero muy preocupada de ti, no te has comunicado en siglos, ¿todo esta bien?
-todo esta súper bien.
-wow, eso me alivia mucho. ¿Qué tal Roseburg?
-… supongo que ha de estar bien. No sabría decirte no he llamado a papá.
-… ¿”no has llamado a papá”?... eso significa que…
-que estoy aquí en L.A, lamento no haberles avisado. Tengo ya semanas de estar aquí, ya sabes como soy, lo siento demasiado, enserio.
-ok-volteó a ver a María- María, ¿podrías hablar con Caira?, iré al baño antes de que vaya a lo de Caira a cometer un homicidio.-dijo un tanto nerviosa Emmily.
-de acuerdo…-tomo el teléfono mientras miraba con risa a Emmily yéndose al baño-Hola Caira, ¿Qué tal?
-¡Hola María!
-Emmily se fue al  baño por algo de un homicidio.
-me lo esperaba de ella…me matará. Pero… ¿escuchaste lo que le dije?
-si, de que llevas semanas aquí en L.A, eso es genial, pero estuvo mal que no nos avisaras…
-lo sé, lo sé. ¿Pero tú si me perdonas?
-claro que si. Lo difícil es Emmily.
-me disculpare en persona. Voy para allá, ¿están en casa de ella, no?
-si aquí estamos.
-ok avísale que voy para allá, con alguien.
-uuuy, ya quiero ver a ese alguien.
-loca, ya verás. Bueno te veo luego.
-ok, te esperamos.
-¡Tu la esperas!-se escucho que dijo Emmily desde el baño.
-hay traes algo de comer, tal vez con eso te perdona.
-si, tenia pensado eso hahaha. Ok ahora voy.
-adiós.

Cortaron.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Capítulo XXIX: La noche de la verdad.


La sangre le hirvió de pies a cabeza. ¿Qué hacia su Michael tan feliz con otra chica?, ella estaba acostumbrada al tímido y muy educado Michael de siempre. Ese Michael que cuando una chica o se asustaba por la mirada de ella o no le hablaban mucho por lo tímido y sumamente educado que era, pero ¿ahora?, ¿Quién rayos era esa chica con quien estaba?

Se le pasó una idea por la mente de quién podría ser. Pero no lo concibió posible. Camino hacia ellos decidida a hacer una de esas dramáticas escenitas que tanto le gustaban, así Michael aprendía.

Michael ya había dejado de abrazar a Caira y se estaban riendo de todo y de nada, hasta que los dos pudieron ver que Vanessa se acercaba a ellos.

-Michael…-dijo preocupada Caira con un hilo de voz.
-estoy seguro de lo que siento por ti, jamás te dejaré ir de nuevo.
Caira no pudo evitar sonreír embobada y sonreírle dulcemente.
-pero no quiero que estés en problemas.
-se tienen que enterar cuanto antes.
Vanessa se detuvo porque una de sus amigas se había ido a despedir de ella, Michael aprovecho eso y tomo a Caira de los hombros.
-vete lo más rápido que puedas de aquí, ¿ok?
-pero…
-vete. Te llamaré algo tarde.-le soltó los hombros y le dio un fugaz beso en los labios y Caira corrió lo más rápido hacia su auto arrancándolo y largándose de ahí.

Michael se quedó parado. Tomo aire y se quedó inmóvil. Vanessa ya se había despedido de su amiga y volvió en dirección a Michael. Este empezó a caminar en lo que parecía en dirección a Vanessa, pero al pasar a su lado, pasó de largo.

-se puede saber, ¿qué te pasa?-dijo exaltada Vanessa siguiendo a Michael. El caminaba bastante rápido y Vanessa solo tenía vista de su espalda.
-nada.-respondió después de unos minutos caminando sin rumbo.
-Te pasa algo cielo, dímelo.
-no me pasa nada.
-¡dime!
-nada…solo estoy cansado.
-¿cansado de qué?
-de nada.
-¡¿Cansado de qué?!
-déjame ya.
-quiero saber qué te pasa.
-ya te dije que NADA.
-¡pero quiero saber!
-Michael se volteó bastante molesto-¿de verdad quieres saber?
-¡sí!
-estoy cansado de TI.
Vanessa solo lo miro sorprendida. Michael dio un largo suspiro.
-Es por ella, ¿verdad?-dijo Vanessa con la cabeza hacia abajo.
-…si...es por ella.
-¿Por qué haces esto?
-no estoy haciendo nada malo realmente.
-pero yo….te amo.
-No juegues con esas palabras. Yo siempre supe de todas tus mentiras. Pero no tenía más elección que aguantarte.
-¡yo soy la indicada para ti!
-eres la que me conviene. Pero en ti nunca veo el hilo rojo…incluso te perdí el respeto cuando te vi con uno de “tus amigos”, ¿y se supone que tenía que aguantar todo eso?
-rio con sorna-pero si tú estás haciendo lo mismo.
-claro que no. Estoy con la persona que amo de verdad. Tú nunca me amaste, ni yo a ti, así que por qué no me dejas, aunque sea por los buenos momentos de nuestra niñez, ser feliz.
-eres un malagradecido.
-¿se supone que tengo que agradecer que me juntaron a la fuerza contigo?
-las pagarás caro.
-lo sé. Y estoy dispuesto a luchar por lo que quiero.

Vanessa corrió a casa de Michael con todas sus fuerzas con lágrimas de furia, y voluntad sedienta de venganza. Michael se quedó meditando un rato entre la obscuridad de la noche que reflejaba su libertad. Pero esto todavía no había acabado. Así que tomo aire y camino sin prisa a su casa, sabiendo que lo esperaba una larga noche de explicaciones.



“estoy seguro de lo que siento por ti, jamás te dejaré ir de nuevo.”
Tenía que sobrevivir la noche con esas tiernas frases. Ya casi no quedaban horas del día…en unos instantes comenzaba un nuevo día, y yo no sabía si el nuevo día traería alegrías o más desgracias. Me encontraba en mi casa, desesperada, nerviosa. No quería causarle ningún problema a Michael, pero aunque sonara egoísta, lo quería a mi lado.

De verdad no quería que lo alejaran de mí, quería creer que él les iba a explicar de una manera que pudieran entender, y que seríamos libres para  estar juntos. Desde el fondo de mi corazón quería creer eso.

Sonó el teléfono. Me levanté de golpe esperando que fuera Michael para decirme lo que quería escuchar.

-¡¿Hola?!
-Hola… ¿Caira?
-¿Frederick?...
-sí, soy yo.

Por alguna extraña razón, aunque esperara que fuera Michael, escuchar a mi mejor amigo me tranquilizo mucho.
Me disculpe con él por no haberme comunicado en un buen tiempo, él me dijo que no había problema, de todas formas él estaba ocupado también. Después de aclarar y disculparme empezamos a hablar, y le hablé de lo que estaba viviendo en estos momentos. Él ya sabía lo de Michael, sin detalles, y muy poco, porque cuando le conté seguía muy herida. Pero estaba feliz de que estuviera con él, aunque no del todo.

-los dos cuentan conmigo. Les ayudaré en lo que pueda.
-muchísimas gracias Fred. Eres el mejor.
-lo sabía, gracias.-reímos-oye… ¿estas mejor?
-masomenos, pero mejor que antes. Gracias.
-genial. ¿Por qué no llamas a tus amigas?, así hablas también con ellas, en estos momentos necesitas todo el apoyo posible.
Rayos. Fred tenía razón. El problema era que no hablaba con ellas desde que volví.  Soy demasiado despistada, además suponía que estarían enojadas conmigo. En fin tenía que hablarles, pero lo haría más tarde, ya era la una de la mañana, no quería despertarlas.
-les llamaré más tarde, no quiero molestarlas, además les debo una graaan explicación.
-supongo que sí. ¿Y que harás ahora con lo de Michael?
-por el momento solo esperar su llamada. Tengo mucho miedo.
-tranquila, se ve que él te ama, ya verás que todo se solucionará.
-eso espero Fred…eso espero…


Valor. Eso era lo que el amor le había regalado. El valor para enfrentar a sus padres. Valor para enfrentar la realidad. Por el amor llegas a ese momento en donde no te importa si millones de cráneos de papel pasan por el cielo, o un tornado de razón pasa para advertirte las consecuencias. Solo quieres a esa persona. Y si para conseguirla tienes que empezar una guerra, no importa. El problema de Michael, es nunca había acabado, ni siquiera había empezado.

Caminó despacio, ya casi llegaba a la casa, no se sentía nervioso, mas no estaba tranquilo del todo.

Ya toda la gente se había ido. Solo quedaban los restos de una enorme fiesta. Camino tranquilamente por el salón, siguiendo las voces que se escuchaban, al parecer eran de sus padres y de Vanessa, no se escuchaban las voces de los señores Di Carletti, y eso lo alivio mucho. Entro hasta el comedor, donde las voces lo llevaron. Al entrar todos se quedaron callados. Un silencio amargo e incómodo. Pudo notar que, en efecto, solo estaban sus padres y Vanessa. Lo que le pareció repugnante fue ver a Vanessa llorando con lágrimas de cocodrilo, y siendo consolada por su madre. Michael se sentó muy alejado de ellos, le daba gracias al cielo que la mesa era exageradamente enorme, pero igual ahí podía escucharlos y ellos a él. De pronto el silencio se rompió.

-Michael.-dijo su padre, se notaba su enojo.
-Padre-respondió Michael de lo más normal.
-¿Cómo es que estas tan tranquilo después de hacer pedazos el orgullo de una dama?
-estoy tranquilo porque lo que afirmas no es verdad, padre.
-¡MICHAEL JOSEPH JACKSON!, ¡¿Qué rayos pasa contigo?!,jamás imaginé que engañarías a tu prometida por una simple chica de tercera.
-¡No es una simple chica de tercera!, ¡no le digas así!, es más, la chica de tercera ¡es la “dama” al lado de tu esposa!-jamás imagino que respondería algo así. El jamás había sido alguien agresivo, pero…ahora mismo le daba igual, estaba muy enojado. Y de tanto enojo, las lágrimas se empezaron a colar por su mejia. La señora Jackson y la ofendida Vanessa los dejaron solos mientras Vanessa fingía aún más sollozo en cuanto salieron de ahí.
-¿por qué lo hiciste?, dime Michael, te he dado todo….todo… nunca te ha faltado ni la más mínima cosa, el único favor que me tenías que hacer era casarte con la hija de los Di Carletti…-dijo en un tono más bajo que los gritos de antes, pero igual de molesto, una vez su esposa y Vanessa se retiraron.
Michael siguió llorando, con la cabeza baja.
-Dime Michael…-dijo su padre caminando hasta su hijo y tomándole los hombros, sin que el cambiara su posición.-dime hijo… ¿Qué más quieres?... dime lo que quieras, pero por favor cásate con tu prometida, no es la gran cosa, solo hazlo y ya, no seas un malagradecido…dime… ¿Qué deseas?...

¿Qué deseas?...

Ya no iba a ser víctima de un círculo vicioso de codicia…ya no… ¡ya no más!

-¿sabes qué quiero?-dijo Michael con una voz calmada, recuperándose del llanto.
-dime hijo, dime.
-¡Quiero que me dejes en paz, y me dejes libre!, ¡NO QUIERO CASARME CON VANESSA!, ¡N-O  L-A  A-M-O!, yo JAMAS te he pedido lujos, TU ERES EL QUE ME LOS HAS DADO, siempre he sido un buen hijo, he aguantado todas esa hipocresías, esos engaños, esos prejuicios, TODO, por hacerte feliz a ti y a mi madre, pero ¿Qué hay de mí?, sé que tal vez esto siendo egoísta, pero no me importa, jamás he pensado en mí, no he sido feliz en toda esta vida, y encontré a alguien que ilumino mi vida, alguien que me hace sentir bien. Por una vez en mi vida, hazme feliz padre, déjame ir…
-yo te amo hijo, por eso quiero lo mejor para ti, esa chica no es
- ¡NO ME IMPORTA SI NO ES LO  MEJOR PARA MI!, ¡YO LA AMO! … padre la amo…¿Qué tan difícil es entender eso?...-dijo Michael llorando de nuevo.
-¿tan feliz te hace?...
-si padre…muy feliz…
-vete.
-¿ah?-dijo Michael levantando su rostro.
-vete. Ve con ella. Si tanto te hace feliz.
-pero…
-¡NO ME DES PEROS AHORA!, vete con ella.
Michael se limpió las lágrimas y sonrió a su padre.
-gracias…
-vete. Pero… ya no vuelvas. Si la eliges a ella. Vete y ya no vuelvas.
-padre…
-no me des más explicaciones. Si quieres estar aquí, vives bajo MIS REGLAS, si quieres “se libre”, y estar con ella, vives por ti solo.
-me parece bien.-dijo Michael sintiéndose demasiado bien y secándose los restos de las lágrimas.
-siempre te querré hijo. No importa lo que pase. Pero si de verdad quieres libertad. Ahí está tu cuarto, con tus cosas, ahí está la puerta, con tu nueva vida. Tienes beca en la universidad, así que puedes seguir estudiando, y vivir por tu cuenta.
-gracia padre, de verdad muchas gracias-dijo Michael abrazando a su padre.
-¿estás seguro que eso quieres?
-jamás estuve más seguro en mi vida.
-es más cómodo vivir bajo mis reglas…
-lo sé. Pero… no quiero lo cómodo.-dijo dejándolo de abrazar y sonriéndole.-vengo mañana por mis cosas, ahora sería mucho drama empacar.
-sí, tienes razón.
-¿Padre?
-¿sí?
-¿me dejaras ver a mi hermano?
-eso depende de él. Si él quiere, lo puedes ver. Pero no aquí. Le digo al chofer que lo lleve a donde sea que vivas ahora en adelante. Más te vale que consigas un buen trabajo, “tu libertad”, también implica la libertad que tendrá tu padre en no ayudarte económicamente.
-eso me hace muy feliz.
-bueno vete, antes que baje tu madre…
-¿Qué hará con ella?
-yo me encargo. Además todavía tengo una esperanza. A tu hermano le gusta la hija de otra familia, puedo llegar a hacer un buen trato con ellos.
-jamás cambias. Pero estoy feliz. Un peso menos.-suspiro-adiós papá.
-adiós hijo.
-dile a Emmanuel, y a mi madre, que los amo.
-ok. Adiós.
-Adiós…-dijo Michael sonriendo sinceramente con su padre y corriendo hacia la puerta, pero se detuvo un momento, pero sin voltear-el auto me lo regalo el abuelo. ¿Es mío, no?
-pues no fue comprado con mi dinero, y es un regalo, así que supongo que sí.
-genial. Ok. Vengo mañana por mis cosas.
-de acuerdo.

Jamás se había sentido más aliviado en su vida. Salió explotando de felicidad y tomando su auto, en camino a darle las noticias a Caira. Al fin era libre, se sentía tan bien. Ya estaba amaneciendo, y el día de hoy estaba empezando el día, de su nueva vida. 

Otro de mis avisos.

Hola a todas, ¿cómo están?, bueno supongo que todas ocupadas por estas fechas. Bueno quería comunicarme con ustedes, primero quiero decirles que quiero terminar la novela antes que el año termine, y será un gran reto porque no me queda mucho, pero si bastante, pero me esforzaré. También quería darles las gracias a todas las que siguen leyendo, esperando, aguantándome, etc. Lamento las faltas ortográficas, y demás, también lamento si me he equivocado en mas de un nombre, lugar, etc. Yo sé que me equivoqué en mas de alguno, he editado para arreglarlo, pero después podré editar todo mejor, eso espero. Ustedes saben mejor que yo los personajes XD, así que creo que me entienden cuando me equivoco con alguno T^T.


Bueno muchísimas gracias por todo, ya son los últimos capítulos, por favor aguantenme solo un poco mas, ya casi se termina. Daré lo mejor para poder terminar en lo que queda de Diciembre.


También quiero disculparme con todas las hermosas personas que me tienen en el msn, pero no les contesto o no me conecto, etc. Mi MSN ME ODIA, por eso cambié de cuenta. En twitter también cambié de usuario pero solo una que otra me tiene en twitter, así que ellasa saben que ahí estoy para ellas =D
les dejo mi twitter y más adelante mi msn ok?
Twitter: @Amaya_eli


En fin, no puedo dejar de decir gracias, es como un tick (?)
Un enorme abrazo a todas, son geniales, sigan leyendo por favor y espero que les gusten los siguientes capítulos. Cuidense~ (。◕‿◕。)


Att: Elizabeth.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Capítulo XXVIII: La noche de tu cumpleaños. Parte II

Muchas ya no me quieren T^T (?), pero en fin yo si las sigo queriendo, y por eso me esfuerzo por escribir la novela tan pronto como se me sea posible. Lamento mucho si me tarde, y pues bueno se vienen los últimos capitulos ya D=, si ya paso bastante tiempo y eso me hace infinitamente feliz ;A; gracias por su apoyo, visitas, comentarios,etc. He visto a varias por el messenger Ö, lamento si no he saludado a algunas, es que mi msn me odia! T^T, pero quiero que sepan que las quiero a todas y espero que me sigan aguantando, falta poco para que se termine asi que ya se librarán de esa loca que les habla xD, en fin espero que les guste el capítulo, espero sus comentarios y ¡que lo disfruten! =D


PD: no pregunten que clase de música escucho cuando escribo. No, no es Michael...Michael es mi medicina divina, no es solo simple música para mi e.e, es "otra clase" de música, y yo se que una de ustedes sabe cual es y quedó asustada xD, asi que no pregunten! ¬¬ (?)
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Quisiera que este sentimiento de tranquilidad durara por siempre. Ese sentimiento de tranquilidad y desahogo que se siente cuando acabas de llorar. Si…este era el único vago intento pensamiento positivo que me hacía no volver a mi dolor y confusión. ¿Tenía otra salida?, no, al parecer, ninguna. Pero era una adulta-odio tanto esa palabra-¿no?, tenía que actuar como tal. ¿Qué haría una adulta?, regresar a la fiesta, encontrar a Michael, y seguir como si nada sonriéndole, aunque sea, hipócritamente, guardando todo sentimiento de dolor dentro de mí y pudrirme por dentro años más tarde. Si tal vez eso era lo que haría una adulta… ¿pero a  quien voy a engañar?, no soy la persona más madura del mundo para hacer semejante cosa, así que no quería darle demasiadas vueltas al asunto, simplemente me iba a largar de ahí con mi orgullo y un poco de la dignidad que me quedaba. Me levante y me sacudí un poco mientras me limpiaba las lágrimas secas, de seguro estaba hecha un asco del rostro, pero este no era momento para pensar en esas cosas. Camine hacia donde creía que podía llegar a mi auto. Tranquila. Sin prisa. Como si deambulara sin rumbo alguno…

Michael buscaba desesperadamente a Caira en cada rincón de su casa y en el enorme patio, pensó en ir al bosque, hasta que encontró el antifaz de Caira, y sintiéndose como un tonto, corrió con todas sus fuerzas hacia donde estaban los autos.

Caira se encontraba llegando hacia donde estaban los autos, ahora solo buscaba el suyo.

-¡Caira!, ¡Caira!, ¡espera por favor!-gritó Michael mientras ella volteaba escondida en su cabello.-oye…-dijo tomándola por los hombros sin obtener respuesta de ella, más que lagrimas que caían chocando con el suelo.-Caira…-decía preocupado mientras tomaba su barbilla para verla a los ojos.
-M-Michael… ¿Q-qué quieres de mí?... ya no puedo con más juegos…-dijo Caira entre sollozos mientras se poyaba en el hombro de Michael.
-…yo no estoy jugando contigo Caira… ¿Cómo podría jugar con la mujer que amo?...
-aunque no lo creas es posible…
-¿tan mal piensas de mí?... yo no haría ese tipo de cosas…
-ya no sé qué pensar Michael…-se rompió en un llanto más prolongado.
-tranquila Caira…-decía mientras acariciaba con ternura su espalda y la juntaba más su cuerpo.-quiero que sepas que no juego contigo, y que todo lo que pasa…no lo puedo evitar… ese beso que viste ahí… me molesto demasiado… odio que haga eso… incluso si es mi prometida… solo hay una mujer en el mundo a la que quiero besar-sin más que decir tomo la barbilla de Caira y junto sus labios en un dulce beso. Alejando todo del llanto de Caira y recordándose a ellos mismo lo mucho que se amaban.

-¿Michael?-dijo Caira apoyada en el pecho de Michael mientras este la abrazaba tiernamente.
-¿Qué pasa amor?...
-l-lamento…ser tan insegura…
-no importa…pero quiero que dejes esa inseguridad, y confíes en mi amor por ti. ¿Me lo prometes?-dijo mirándola y secaba los rastros de lágrimas con sus dedos.
-si…

Mientras en la fiesta…

-Querido, ¿Dónde rayos se metió Michael?-pregunto la señora Jackson a su marido.
-ha de haber ido por ahí querida…-respondió sin la menor importancia.
-salió corriendo después del dulce beso que le dio Vanessa. Eso me preocupa…además andaba con una chica durante la fiesta…no la pude reconocer…
-no creo que sea capaz de serle infiel a su prometida. Le he hablado un millón de veces de lo crucial que es que él se case con la heredera de la familia Campell.

Efectivamente. Si Michael se casaba con Vanessa, la familia Campell colaboraría más en las inversiones que el señor Jackson tenía en mente, además de que esta unión era  con una familia de casi la misma fortuna que la suya, además de que  esto aseguraba una aceptación garantizada de la sociedad a la que el pertenecía. Todo era perfecto. Incluso ya estaban viendo con quien comprometer al pequeño Emmanuel, aunque Michael no lo supiera, para que se sintiera más obligado a su matrimonio. Todo para fortalecer y quien sabe, hasta hacer crecer su imperio de millones y su visión social.

-¿Por qué no le dices a Vanessa que lo vaya a buscar querida?-continuo el señor Jackson mientras fumaba de su pipa.
-de acuerdo…-miro por entre la gente hasta encontrar a su futura nuera entre sus amigas-¡Vanessa!, ¡querida ven aquí!-grito la señora Jackson.
-pfff…la vieja me te llama de nuevo Vanessa…-dijo engreídamente una de las amigas de la ya mencionada.
-de seguro es para que  vayas a buscar a “el desparecido”-dijo irónicamente otra de ellas.
-de seguro que es para eso. Ya vengo…-dijo Vanessa yendo hacia su futura suegra.
-querida, ¿Qué tal te la estás pasando?
-muy bien gracias. ¿Qué necesita?
-quisiera que fueras a buscar a Michael…ya sabes ando muy preocupada…y su padre también.
-yo también ando muy preocupada-mintió.-será mejor que lo vaya a buscar ahora mismo…-dijo alejándose de la vieja que le caía de la patada para ir a buscar a su juguetito.

Pues así era. Vanessa tenía infinidad de citas y relaciones sin importarle un bledo tener un prometido. Después de todo ella se divertía y vivía la vida loca, derrochando el dinero que tenia de sobra. Lo único que quería con Michael era el matrimonio para así vivir con aun más de la riqueza que tenía y el placer de tener  aun esposo rico, y apuesto a quien presumir. Por eso era posesiva y ridículamente cursi con él, pero claro su amor era una mentira. Pero a fin de cuentas ella creía que Michael era un ingenuo que jamás le iba a echar en cara nada, y su vida sería fácil y privilegiada…más de lo que ya era. Caminó tan estilosa y engreída como siempre por entre el jardín, la fuente, hasta que llego a donde estaban los autos, se pasó viendo por el retrovisor de algún auto, y estaba ocupada en eso hasta que vio a una chica riéndose en los brazos de otro chico… le dio igual…hasta que se dio cuenta que el ese chico era su ingenuo Michael.



martes, 25 de octubre de 2011

Capítulo XXVII: La noche de tu cumpleaños. Primera parte.

Estaba en mi auto negándome a salir. Se escuchaba música y mucho alboroto proveniente de la-enorme-mansión de la cual yo estaba estacionada esperando que por algún milagro mis pies respondieran a mi voluntad de salir del maldito auto. Pero al parecer esta sería una larga noche. Deje caer mi cabeza al volante sintiéndome patética. Ni yo misma sabía por qué no quería salir, tal vez era el disfraz…no, este vestuario de chica se circo-parecía de loca de circo mejor dicho-me daba igual…entonces, ¿por qué estaba como tonta sin querer salir del auto?, nervios…desgano…incluso pereza sentía en ese momento y lo primero predominaba, pero…!al diablo con los nervios!, no me iba a estar aquí toda la noche, tome el regalo de Michael y salí decidida del auto, cerré la puerta algo fuerte y me dirigí a la entrada. Bueno mi “valentía” había llegado hasta ahí. Trague fuerte y me puse el antifaz, aun sin poder abrir la puerta para entrar…me había quedado helada. Luego una pareja estaba atrás mía charlando y al parecer iban a entrar, y pasaron a mi lado y abrieron la puerta, yo seguía sin moverme. Luego de eso el chico me volteo a ver junto con su acompañante y él me dijo:
-¿no vas a pasar?
-e-este…si, gracias-empuñe mis manos y tome aire, luego de eso entre y la pareja me sonrió para luego perderse con la gente.
Caray, sí que había gente aquí adentro, se miraba el enorme recibidor lleno de gente bailando, tomando, charlando, etc. acompañado de genial decoración  y a lo lejos se miraba que había gente por toda la enorme mansión, me sentí aliviada al no sentir ninguna mirada, solo era una chica más en la fiesta. Suspire aliviada y empecé a caminar por entre la gente…no era lo suficientemente atrevida para buscar a Michael, así que me dirigí al baño sin pensarlo dos veces. Sí que era una gran fiesta, estaba llena de gente joven y de adultos alocados, ni se escuchaba por la música y se miraba prácticamente todo tipo de gente. Puse el regalo en una de las mesas donde estaban los demás regalos y entre al primer baño que encontré, me vi al espejo y me arregle un poco. ¿Cómo le iba hacer para buscar a Michael?, en fin supongo que tenía que deambular por toda la casa como zombie hasta que lo viera por ahí. Abrí la puerta del baño y tope con alguien, me disculpe y luego ese alguien me tomo del brazo yo voltee bruscamente y:
-o-oye que te pas…
-¿Caira?-me interrumpió la voz de un ángel, al parecer vestido de algo así como un príncipe.
-Michael…-dije embobada por lo hermoso que se miraba, no llevaba antifaz ni nada, solo un disfraz de príncipe, hermosísimo, simplemente se miraba como salido de un cuento de hadas. Y al parecer el noto algo raro en quedarme callada viéndolo de pies a cabeza.
-¿tan mal esta?-dijo entre riéndose.
-…ah, n-no para nada, te ves…genial-dije volviendo a la realidad.
-muchas gracias, aunque yo quería vestirme de otra cosa, pero mi madre me obligo.
-pero está lindo…
-tú te ves hermosa, me encanta tu disfraz, es curioso.-dijo tomándome de la mano para darme una delicada vuelta.-si hermosa-dijo viéndome a los ojos mientras seguía tomándome la mano, y luego la alzo hasta su rostro y deposito un tierno beso en ella. Yo solo observaba todavía embobada cada movimiento. Creía que moriría en cualquier momento.
-¿quieres bailar?
-me parece bien.-dije y luego el me jalo la mano y nos fuimos al “salón” a bailar.
Entre tanta gente divirtiéndose, no me importaba sentirme como idiota al ser mal bailarina y Michael tal vez el mejor de toda la fiesta. Nos estábamos divirtiendo, incluso hasta entre la gente empezamos a bailar todos con todos y a disfrutar del momento. Me encontraba bailando una balada con Michael, hasta que entre la gente vi a una chica bastante linda, que me miraba con desprecio y odio, tenía un mal presentimiento, pero no le dije nada a Michael y me escondí en su hombro.
-¿Qué pasa?-me dijo cerca de mi oído.
-es que…alguien me miraba raro solo eso…tranquilo-dije algo nerviosa por nuestra cercanía, pero insegura por la mirada de esa chica.
-creo que ya sé quién es…-dijo levantando el cuello para ver hacia ella.-vámonos a otro lugar…ahora esta distraída-dijo jalándome con él por entre la gente, caminamos hasta llegar a el jardín. Me senté en una de las sillas del jardín algo cansada por tanto baile. Él se puso la mano en la frente con algo de desgano y se sentó a mi lado.
-¿Qué tienes?
-nada…es que…esa chica que nos miraba, era Vanessa.-dijo algo molesto.
Sabía que su mirada se debía a algo, y todo encajaba perfectamente en cuanto a quien se trataba.
-¿tendrás problemas porque nos vio?
-no…ella creerá que eres una de las chicas que había ahí, después de todo estábamos bailando todos con todos. Ella mira así a cada ser viviente que se me acerca…-suspiro y me vio-lamento si te incómodo.
-no, todo está bien. Da igual.
Al parecer Michael iba a decir algo hasta que un chico disfrazado algo similar a Michael se le acercó con confianza y Michael se levantó y me tendió la mano para que hiciera lo mismo y luego el chico lo saludo y Michael nos presentó:
-ella es Caira. Caira, Johan. Johan, Caira.
-gusto en conocerte.-dijo sonriéndome amablemente.
-igualmente.
-Oye Michael, linda chica la que tienes aquí, lamento si los interrumpí-dijo sarcásticamente.
-ya cállate…tonto don Juan. Dime, ¿veniste a molestarme o a decirme algo?
-tranquilo…te puedo molestar cuando quiera en la universidad.
Michael ya se estaba poniendo serio.
-solo vine a llamarte, partirán el pastel.-continuo Johan.
-Ah…en fin, gracias.
-no hay de qué.
-bueno vámonos-dijo Michael dirigiéndose hacia dentro y Johan y yo siguiéndolo. Llegamos al “salón” y había un enorme pastel esperando al cumpleañero, todos estaban ahí esperándolo, pero antes de que se dirigiera al centro para que le cantaran feliz cumpleaños le dijo algo a Johan mientras miraba con desprecio hacia alguien, pero no me di cuenta de quien, y esto me estaba confundiendo.
-Caira…quédate con Johan.-dijo algo serio.
-…está bien…pero…
-no quiero que estés cerca de mí por ahora.-dijo, ahora sí, muy serio. –dijo y se dirigió hacia donde estaba el enorme pastel.
Michael se sentó en una silla, su madre los abrazo y su padre le dio la mano; apagaron las luces y solo las velas alumbraban luego  todos empezamos a cantar, Michael pidió un deseo, se levantó y apago las velas con dificultad porque el pastel estaba muy alto,  todos aplaudimos felices, pero no me había dado cuenta que Vanessa estaba a lado de él…y lo que siguió después…

Vanessa beso eufóricamente a Michael entre toda la gente. Todos aplaudieron hacia el acto, ya que sabían que esa era su prometida. Caira se quedó helada y una fría lagrima corrió por su rostro…Johan la vio así y se dirigió a abrazarla. Caira correspondió, para luego salir corriendo, y Johan confundido ni siquiera la detuvo.

Un confundido Johan busco la mirada de su amigo Michael, y la encontró tal vez mas confundido que él; Vanessa ya lo había dejado de besar, y el solo salió de donde estaba para corres tras Caira. No sin antes preguntar a su amigo:
-¿Qué le paso?
-¿Todavía preguntas?, ¡Corre tras ella tonto!-Michael solo le dio una palmada en la espalda y se fue corriendo tras Caira.

No sabía por qué reaccione así, pero me sentía engañada y destrozada, tal vez solo fue un beso, pero ver corresponder a Michael hizo que todo en mí se rompiera. Corrí hacia quien sabe dónde, y luego me senté impotente en el césped donde me canse de correr y llore aún más fuerte, me quite el antifaz y lo arroje a la nada y llore. ¿Por qué me había hablado tan serio y frio?, y para acabar de ajustar…la besa… ¿estaba jugando conmigo de nuevo?, maldita sea…ya estaba cansada de esto…no quería que el jugara conmigo. Pensé en todo lo que me había dicho antes, todas esas hermosas palabras…pero por alguna razón sentía que solo era una mentira para que no fuera de su lado, sonaba tonto, pero en esos momentos mi patética mente no logro formular otra cosa. Seguí llorando, recordando el beso y su mirada fría cuando me dijo que me quedara con Johan. Lo amaba…de verdad…era todo para mi…pero me sentía demasiado usada, no eran celos…lo único es que al verlos besarse, y la gente viéndolos felizmente, me llego a la mente que tal vez era mejor que estuviera con ella…todos felices con la pareja…sin problemas…ni complicaciones como las que tenía conmigo…si…tal vez era mejor dejarlo con ella.

No podía hacer eso. Soy demasiado egoísta para hacer eso, pensé. Quería tan solo estar con él sin ningún problema de por medio…me sentía un estorbo en su vida ahora mismo… ¿olvidar lo nuestro era lo correcto?... ¿dejarlo con ella era lo mejor?... no sabía que hacer… pero estaba segura… que tal vez estar juntos no era lo mejor.

domingo, 2 de octubre de 2011

Capítulo XXVI: Antes de "la noche".

Hola a todas!, bueno ya las aburrí explicándoles mi tardanza, ¿no?, tienen todo el derecho a matarme, si quieren, pero bueno, aquí les traigo el siguiente capítulo. Ahora que es mi ultima semana de clases, creo que después tendré bastante tiempo para terminar la novela, o al menos eso espero porque mis actividades de vacaciones tendrán un cambio drástico este año ¬¬ y puede ser que este igual de ocupada que en el colegio, pero aún así daré mi mejor esfuerzo =D
Bueno espero que lo disfruten mucho. Gracias por leer, y tenerme paciencia.
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¿Qué rayos hacía de compras con Haddy?, si, en efecto: comprando mi vestimenta para el viernes. Uno de mis peores enemigos: ir de compras, o algo parecido. En fin…como toda mujer en una situación así, NO SABIA QUE RAYOS PONERME, y no lo podía dejar para otro día, ¿por qué?, porque yo de VAGA había esperado hasta el último momento para ir de compras. Ya era Jueves, y no supe mucho de Michael hasta hoy en la mañana cuando se disculpó por no haberme llamado en toda la semana, me dijo que sus padres lo tenían agobiado por lo del viernes, así que ni siquiera pregunte mucho, y le dije que no había problema; después de colgarle, me acorde que no tenía un disfraz, ni mucho menos idea de cuál disfraz ponerme, así que recurrí a mi linda…Haddy.  Así es ella vino desde Oregón, solo para ayudarme a escoger mi atuendo, y bueno se estaría aquí  hasta hoy así que la aproveché al máximo ya que al llegar a casa papá la estaría esperando para irse. Claro que ella accedió porque según ella “era como un cuento de hadas” lo que había entre Michael y yo, deje que siguiera fantaseando, no me importaba, en cuanto me ayudara, no habría problema. Bueno, así que no sabía que ponerme y Haddy ya me había dado muchas opciones, pero en mi desesperación me dio una de sus últimas ideas, después de todo llevábamos ahí alrededor de 2 horas sin encontrar nada.
-¿Qué tal si te vistes de princesa?
-¿no crees que es algo muy tonto?, esas cosas de princesas nunca fueron conmigo.
-lo sé. Pero Michael sería un lindo príncipe. Y tu una hermosa princesa…
-Haddy-dije mirándola seriamente de brazos cruzados-ni lo pienses.
-Ok…-suspiro-entremos a esa tienda, ahí hay varias opciones…-dijo señalando una tienda llena de cosas. Hice una mueca y la seguí.
Entramos a la tienda, y yo me sentía como una tonta, pero aun así…por el mudo que me hacía hacer lo imposible, esto era poco…
-¡Mira Caira!, aquí hay un disfraz de vaquera. Creo que va con tu estilo…
-parece un vestuario de drag queen, ¿sabías?
-¿por qué?
-solo mira lo corto de la falda. Lo corto de la blusa. NI MUERTA.
-Ok…-suspiro y rebusco entre los demás disfraces- ¿Qué tal si te vistes de mesera?
-Haddy…
-Ok no. ¿Qué tal de osito de peluche?
-Me parece bien…pero no se…estaría fuera de lugar…
-tienes razón no es una fiesta de adolecentes…
-creo que no iré…
-espera-tomo uno-¿Qué tal de artista de circo?
-¿! AH?!
-no te alteres. Mira…es como un atuendo elegante, lindo y bastante conveniente para ti.
-la verdad es que si…pero mira la falda está bastante corta…
-solo ponte medias que combinen y ya.
-si…ok lo llevare…-lo tome y -me fui a la caja con Haddy atrás mía con una gran sonrisa.
-¿en qué le puedo ayudar?-dijo la señorita de la caja.
-quisiera llevar este atuendo.
-ok con mucho gusto, vale $.120.00, pero si lleva los accesorios, queda a $.95.00, es oferta del mes.
-ok démela.-dije mientras esperaba que ella escogiera los accesorios, y los pusiera delicadamente en bolsas separadas el vestido y los accesorios.
-aquí tiene, serias $.95.00.
-ok-le di el dinero y ella me entrego las bolsas.-Gracias.
-un placer, vuelva pronto.
Nos fuimos a tomar algo, le compre a Haddy una cadena, que hace mucho tiempo me había dicho que quería una así, lo hice para agradecerle por ayudarme hoy, y luego de tomar algo y de su cadena, nos fuimos a casa en taxi, porque no quería usar mi auto hoy. Luego llegamos y papá estaba afuera esperando a Haddy, me despedí de ella, y salude a papá, para luego despedirlos desde la entrada al edificio de apartamentos hasta que se perdieron en el camino. Luego de tomar el ascensor, llegue  a mi apartamento, abrí y deje las bolsas en la sala, me fui a poner pijama. Me quede en mi habitación ordenándola un poco, luego me fui a la cocina a coger algo de tomar de la referí y tome mis bolsas para ponerlas en mi habitación. Ya eran las 8:00 p.m, mañana a las 7:00 p.m,  me tenía que ir a la casa de Michael, al baile. Wow “baile”, sonaba tan…tan raro, pero qué más da. Me acosté algo cansada porque en el día había hecho muchas cosas con tal de tener al menos 2 horas de compras. Me quede en poco tiempo dormida.

A la mañana siguiente el molesto despertador sonó, y  lo arroje al piso y se detuvo. Me levante y levante el despertador para ponerlo en su lugar de nuevo. Me dirigí a la ducha, luego tome un pantalón, una blusa y un suéter, luego me acorde que hoy no habían clases por las remodelaciones que estaban haciendo, así que decidí hacer algunos asuntos que tenía pendientes, como pagar facturas, comprar comida, comprar unos libros de la universidad, ver las opciones de trabajo, ya que necesitaba uno nuevo, y bueno entre otras cosas, y obviamente comprar el regalo de Michael, que me costó mucho elegirlo, pero al fin encontré algo genial: Una caja de cristal musical, que sonaba una bella canción junto con Peter, Campanita y los niños perdidos en simulación de volar, sabía que le iba a encantar, era hermosa.  Alrededor de las 5:00 p.m llegue agotada a mi apartamento, deje todo en la sala y tome el teléfono y llame a Michael para desearle feliz cumpleaños. Claro que llame a su teléfono de la su habitación, gracias a Dios tenia uno, porque no me atrevía a preguntar por el a sus padres.
-¿Hola?... ¿Michael?
-Sí, el mismo. ¡Caira!
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
-hahaha… ¡gracias!
-de nada, espero que cumplas muchísimos años más.
-muchas gracias, ¿vendrás, no?
-claro que sí. Ya casi son las siete.
-sí, aquí es una jungla, ayer vino mi familia y todas mis primas están como locas buscando que ponerse, y mis primos haciendo relajo molestándolas, mis tías chismoseando, mis tíos quejándose de sus matrimonios, mi madre alterada para que todo este “perfecto”, mi hermanito como si nada, y mi padre indiferente.
-wow… ¿y tú como estas?
-esperando a que vengas. No te he visto en casi una semana. Además que en unos momentos me tengo que arreglar…
-igual yo.
-¿de qué te vestirás?
-es una sorpresa.
-Caira… ¡dime!
-¡NO!
-entonces no te diré el mío.
-está bien. Mejor así. Así los dos serán sorpresa.
-Mala…
-¿soy tu mala?
-¡SI!
-entonces me parece.
-ay mi Caira…mi malvada Caira…
-ya cállate loco, mejor vete a vestir.
-hahaha…!¿ves?!, eres mala…
-sí pero tu mala, y así me quieres.
-sep…bueno mamá ya me está llamando. Nos vemos, te estaré esperando.
-Ok nos vemos…
Colgué. Siempre con la misma aceleración de la sangre y los latidos. Eso ya era normal para mí. Como amaba a este hombre…en fin, ya se estaba haciendo tarde así que tome las bolsas donde estaba mi vestuario y las puse en la cama, me duche de nuevo y me empecé a cambiar. Mi atuendo era un vestido medio corto color blanco con cintas y detalles en azul, traía unos guantes blancos largos estilo Madonna, y una moña algo grande con los mismos colores, me puse los accesorios que en su mayoría eran azules, me puse también las medias de color blanco, luego me empecé a peinar, luego de estar convencida, ya eran las 6:50, tome un bolso y antifaz también combinado, me vi al espejo y no me miraba tan mal así que me fui al auto.  Conduci algo nerviosa…pensaba en él, pero también pensaba…en lo que me esperaba…esas miradas, esas prejuiciosas miradas…pero una vez más…por el amor de mi vida…por esa persona que era mis ojos…mi todo…aguantaba todo, con tan solo verlo sonreír, con tan solo hacerlo feliz…con estar con el…aunque estábamos en una situación incómoda, y aunque no supiéramos como responderían los involucrados a “este asunto”, estábamos tan solo seguros de una cosa: jamás nos separaríamos. Tal vez el “por siempre” no existía, tal vez ni siquiera el “jamás”, ni el “nunca”, pero lo nuestro estaba aquí, vivo y latente, y no lo dejaríamos tan fácilmente, en especial por algo como estos “lazos de conveniencia”.