martes, 13 de septiembre de 2011

Capítulo XXV: en camino al campo de batalla

Hola chicas! >.< , me odian verdad? U.U....me tarde CASI UN MES en subirles el siguiente capítulo TwT, ya se que eso es vago, desubicado, irresponsable, etc. ya lo se...pero enserio, he pasado por un serio problema personal, del cual no me llegaba la inspiración para Battlefield ¬.¬, ahora que pude crear este capítulo enorme y largo, solo les pido su paciencia, siempre las tengo en la mente, y se mi responsabilidad, pero ya saben...en las novelas se necesita: amor, pasión e inspiración, yo tengo las primeras siempre, pero  la tercera no me quiere y se escapa (?) XD en fin. Gracias por ser tan fieles y lindas, son geniales. Se me cuidan muchísimo y ya vendrá el siguiente capítulo. ¡Se los prometo! :D
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Ya había pasado la mañana. Estuvimos toda la mañana en el bosque reconciliando todo el tiempo sin hablar, abrazándonos...hablando con la mirada, en fin todas nuestras cursilerias, luego nos tardamos en llegar a casa y llegamos como a las seis de la tarde sin darnos cuenta. ¿Dónde estábamos?, en la sala, siendo interrogados por un hombre que miraba demasiados programas policiales, y una niña demasiado fiel a su mayor, sirviendo de “la que toma nota”.
-entonces…déjame ver Caira. Estabas en las afueras de la ciudad, en uno de los bosques, luego de la nada…-miro irónicamente hacia él-¿Michael te encontró?
-sí.
-ok-lo miro de nuevo-gracias Michael por encontrarla.-le sonrió.-ahora solo quiero que me respondas-se puso de cuclillas hacia mí-¡¿POR QUÉ RAYOS TE ESCAPASTE?!
-tranquilízate papá…déjame explicarte.
-se sentó en el sillón enfrente de donde Michael y yo estábamos sentados, congelados-haber, prosigue…te escucho.
-suspire-veras. Yo, por razones personales, me sentía mal al salir del restaurante. Lamento mucho haberme escapado así, ya sé que soy mayor, y que fuiste paciente, y muchas gracias por preocuparte papá, hubiera regresado de todas formas a casa, no estaba perdida, solo no quería salir de donde estaba, ¿entiendes?. Y bueno regrese a casa solo porque, el muchacho aquí presente, me encontró y me dijo que regresáramos a mi casa.
-bueno Caira. Tal vez exagere…pero ya sabes cómo es tu viejo. Tu entiendes que no quiero perder a una de mis princesas-dijo sentando a Haddy en su regazo-ustedes son lo más bello que tengo.
-Papá…-dije abrazándolo.
-bueno tu problema ya está solucionado.-dije mientras me separe de él y me fui a sentar donde estaba- Ahora hay otro problema.-bajo a Haddy de su regazo y la miro.-princesita…vete allá arriba, ve a hacer lo que quieras, pero enciérrate. Y me tienes que prometer que no saldrás de ahí hasta que te avise. ¿Ok?
-está bien…-dijo un tanto desanimada mientras subía las escaleras.
-¡después te cuento todo en versión para niños!
-¡OK!-dijo feliz y encerrándose en la habitación de papá.
-bueno queridos jóvenes-dijo en tono serio.
Michael solo puso los ojos como platos. Yo me asuste un poco.
-haber… ¿Caira él ya sabe…que…?
-si papá. Ya lo sabe-dije sonrojada.
-entonces… ¿son…?
-¡NO!
-Ok.
-disculpen….pero… ¿de qué hablan?-dijo Michael entre tímido e ignorante.
-ah….Michael…estamos hablando de que…bueno tu sabes, de “nosotros”.-dije nerviosa y aun mas sonrojada.
Papá ya sabía. Y bueno…aunque fuera un poco raro…él ya quería respuestas.
-el me miro tiernamente y me tomo la mano-señor Valley. No sé si usted lo sabía…pero, yo amo a su hija, no sabe cuánto. Cometí un error. Y por eso la hice triste. No fue intencionalmente…usted sabe que a veces uno es ciego a la realidad.
-¿Qué le hiciste?
-……
-¡¿ESTA EMBARAZADA?!
-¡NO!-dijimos a unísono. Alterados y  coloradísimos del sonrojo.
-ok. Si no te hubiera matado ahora mismo.-dijo irónico y aliviado- Y bueno…
-papá…él no me hiso nada…es solo que, nuestra relación tendrá que esperar. Hasta que el arregle algo…
-Caira.-dijo Michael mirándome a los ojos serio-tenemos que decirle la verdad.
-ok…
-señor Valley.-dijo serio y apretándome la mano-como ya le dije amo a su hija. Ella es mi mundo. Mi sol y mis estrellas. Pero tenemos un inconveniente.
-¿Cuál?
-vera… cuando yo nací, mi familia me busco un conyugue.  Así que desde que nací, estoy comprometido. La verdad, jamás ame a mi prometida, pero me daba igual. Crecí con el pensamiento de que “era mi obligación como hijo de la familia Jackson”, pero…todo eso cambio cuando conocí a Caira. Desde que la conozco, siento lo que la vida de verdad significa…y no la quiero perder, aunque casi lo haya hecho, le doy gracias a Dios que sigue aquí a  mi lado. Lo único que falta…es que yo termine mi relación con mí prometida…lo que es difícil…y complicado.
Papá se quedó atónito y yo muriéndome de la ternura.
-hijo…eres un buen muchado-dijo en tono de confianza-apoyo lo de ustedes plenamente. Pero bueno ese problema tendrás que arreglártelas para solucionarlo…no quiero que me hija este con un hombre comprometido…
-si señor…pronto lo hare. Se lo prometo. Gracias por su aprobación.
-de nada…mi princesa mayor creció más rápido de lo que pensé-dijo sonriéndome paternalmente.

Me dirigí hacia él, lo abrase. Luego de seguir hablando y aclarando dudas, bajo Haddy y papá invito a la cena a Michael, el cual de tan agradecido que estaba, decidió ayudar a hacer la cena, Haddy y yo dejamos a los dos hombres, hablar, según papá, “de padre a hijo”, me sentía genial que papá ya le haya tomado mucha confianza; los dejamos solo en la cocina y yo le conté todo a Haddy mientras mirábamos la televisión. Después la cena estaba lista, y comimos augustamente en la mesa. Papá y Michael habían hecho una comida exquisita, de la cual, papá estaba orgulloso y Michael solo se sonrojaba de los comentarios respondiendo “no fue nada…no exageres”, decía ya en tono de confianza con papá. Hablamos y bromeamos durante la cena. La pasamos genial. Luego de la cena, me fui a lavar los platos, Michael no me dejo hacerlo sola y me ayudo. Luego de lavar los platos, Michael ya se tenía que ir, así que pasamos a sala para que se despidiera de papá y Haddy.
-¿ya te vas?-dijo tímidamente Haddy.
-si hermosa. Hoy casi ni hablamos…un día de estos hay que ir al circo, ¿Qué te parece?
-¡GENIAL!-dijo eufórica mientras Michael le daba un beso en la mejia.
-antes de que Michael se vaya, me gustaría hablar contigo Caira-dijo levantándose del sillón y guiándome a la cocina.
Ya en la cocina.
-¿Qué pasa papá?
-hija. Tu hombre no puede ir solo allá. Necesitará el apoyo y amor de su dama.
“mi hombre”…me sonaba a “mi macho”, o algo así, trate de no reírme.
-….
-será mejor que te vayas mañana u hoy con él a L.A, ¿no crees?
-¿me dejarías irme con él?-dije incrédula y sorprendida.
-claro que sí. Ya sabes…siempre y cuando…no me den nietos antes de tiempo…todo bien…
-¡¡PAPÁ!!-dije sonrojadisima y pegándole.
-ya tranquila…solo digo
-no pasara eso papá.
-más les vale…
-bueno, entonces… ¿crees que sería conveniente que me fuera con él?
-sí. Además…tienes un apartamento, ¿no?
-algo así.
-entonces si quieres vives sola con el ahí. O sola tú y el en su casa. Preferiría la opción dos.
-sí, si…-suspire-ahí veremos. Gracias papá.
Salí de la cocina de lo más fresca. Y Michael se despidió de papá y tome a Michael de la mano hacia afuera. Luego tome miss llaves y salimos. Ya afuera:
-Michael. ¿te puedo decir algo?
-lo que quieras.
-mira…sabes qué bueno…
-se acercó mas a mí, haciéndome poner nerviosa-¿saber qué?
-ya sabes…quiero que regresemos a L.A, juntos.
-amo como lees mi mente. Tenía planeado proponértelo.
-¿enserio?
-claro. Bueno ahora que lo dices, pues si quieres nos vamos ahora mismo.
-son las 10:00 p.m…
-entonces te paso a traer en la mañana. ¿Qué te parece?
-está bien.
-¿regresaras a tu apartamento?
-supongo que sí.
-te visitare seguido, como antes. Además tenemos que apresurar y planear que haremos con nuestro problema, además yo tengo que estudiar más, ¡tú te gradúas este año!, yo hasta el otro año, y voy atrasado.
-pero si eras uno de los mejores de tu clase. ¿Qué paso?
-no es nada importante. Solo…estaba muy distraído…y triste.
-awww…Michael-dije abrazándolo.
-pero ahora todo está bien. Porque estás conmigo.

Con sus palabras y acciones del día. Dormí plácidamente. Esta vez segura de mí misma. Segura de nuestro hermoso amor. Y con más vida que nunca. Nadaba entre el enorme mar de colores que se había hecho en mí. Su aroma…su calor, todo seguía tan igual y a la vez tan diferente, ahora no era anhelar a un ángel…era tener al ángel en mis manos…sabía que algún día encontraría mi recompensa, pero obtener nuestro dulce amor, era ya una enorme bendición. Así pasó la noche.

En la mañana hice mis maletas y llame al encargado de los apartamentos, me dijo que no había problema, que podía volver a mi apartamento, que nadie lo había ocupado, y que si quería podía escoger otro o quedarme con ese. Le agradecí mucho y le colgué. Luego de eso termine mis maletas baje, le deje una nota a mi padre diciéndole que ya me iba y que le diera una carta que le había hecho a Frederick, tenía mi número y demás, esperaba que algún dia me visitara, o si no lo iría a visitar yo, en fin una carta para mi amigo tan especial. Luego salí, y ahí estaba Michael esperándome con su encantadora sonrisa. Subí al auto con mis cosas en el baúl, de su auto y nos marchamos. En el camino fuimos hablando y planeando que íbamos a hacer con Vanessa. Entre tanto charlar, paramos a Starbucks a tomar algo y a seguir planeando.
-le diré directamente que no la amo, y ya.
-¡Michael!
-es broma. No soy tan insensible.
-¿ella te ama?
-la verdad no sé. Haber te contare todo: cuando éramos unos niños, sus padres la llevaban mucho a mi casa para que jugáramos y nos hiciéramos buenos amigos. Así paso. Pero conforme ella fue creciendo, yo fui entendiendo el porqué de que ella estuviera presente siempre. Ella quería llevarme a fiestas, de compras, de compras con sus amigas, de viajes, y de lo único que hablaba era de moda, de los chismes más actuales de nuestros conocidos, y de su maquillaje. Siempre trate de ser yo mismo, pero con ella tenía que ser un Michael que fuera su casi esclavo…no podía hablar nada de lo que yo quisiera, siempre tenía que ser algo que a ella le gustara, y estaba así porque mis padres me obligaban a relacionarme demasiado con ella. A mí me daba igual, pero a la vez estaba cansado de esa “glamorosa vida”, sabiendo que jamás encontraría el amor, porque estaba atado a una zombie de la moda, toda mi vida. Jamás me dijo que me amaba, pero me besaba en público, o le decía a todos que haríamos una fiesta, o que pronto nos casaríamos y nos iríamos de luna de  miel a Rusia y a Francia, y viviríamos en Inglaterra. No quiero lastimarla Caira…después de todo es mi amiga…Erick también tiene prometida, lo único es que el la ama y viceversa, yo amo a otra persona, y nada me alejara de ti, no dejare que una tonta obligación se me separe de ti.
-Michael…-dije conmovida.
-tú no te preocupes por nada. Les diré a mis padres…
-¿estás seguro?
-sí. Ellos lo tienen que entender.
-está bien. Te apoyare en lo que decidas.
-gracias. Oye dentro de una semana habrá una cena en mi casa, irán mis amigos cercanos, mis primos,  mis tíos, mis abuelos y claro, Vanessa y su familia.
-….
-y quiero que vayas tú.
-¿yo que tengo que hacer ahí?
-será una fiesta de disfraces. Nadie te reconocerá. Además  Vanessa estará tan ocupada con sus amigas, que también son mis amigas, que no estará conmigo en toda la fiesta. Podremos estar a solas mucho tiempo…
-no sé Michael, es que…
-es que… ¿qué?-dijo mirándome con ternura, para persuadirme.
¡RAYOS!... ¿quién podría resistirse a su mirada?...una vez más caigo en el nudo persuasivo llamado Michael.
-ok…iré…
-¡genial!-dijo satisfecho y alegre.
-a veces siento como que tu familia es de la época de príncipes y princesas. ¿Una gran cena?, ósea ¿una fiesta de disfraces?, ¿acaso se creen reyes o qué?
-cosas de mis padres con los de Vanessa. Son demasiado egocéntricos y demás.
-¿Qué harás con ella?
-después que pase la fiesta. Les diré a mis padres. Y luego a ella.
-me siento mal…no quiero que ella salga lastimada por mi culpa Michael-dije frustrada.
-ella no me ama. No sé si siquiera me quiere. Yo, con mis propios ojos, sé que ella me quiere solo por interés de por medio. Además, tiene como 10 pretendientes más, pero me escogieron a mí, porque “era el más correcto” y según ellos “apuesto”, creo lo primero pero lo segundo…
-¡lo segundo es la pura  verdad!
-Caira…
-no bromeo. ¡Mírate!, derrites en TODO sentido.
-Caira…deja de decir cosas así…-dijo muy sonrojado.
-ok, me callo. Pero es cierto.
-tu eres más hermosa, ¡¿ok?! , ¡y ya no hablemos del tema!-dijo como niño caprichoso.
-bueno entonces ese es el plan. La fiesta. Luego de dirás a tus padres. Y luego a ella. Lo que no entiendo muy bien es, ¿por qué no antes de la fiesta?
-porque en la fiesta estarán sus familiares. Y los míos…preferiría que ellos se enteraran más tarde. Además la reunión es importante ya sabes…
-¿Qué día es?
-el viernes.
-¡¿YA ESTAMOS EN AGOSTO?!
-por si no te habías dado cuenta. Sí.
-entonces el viernes 29 de Agosto es la fiesta. ¡DE TU CUMPLEAÑOS!
-así es.
-pensaba que iba a ser otro día la “gran cena”, el día de tu cumpleaños…
-con mayor razón tienes que ir. O me enojare.
-obvio que voy…es solo que será algo incómodo para mi…
-no te preocupes. Todo saldrá bien.
-está bien…
Después de charlar otro rato, salimos y nos subimos al auto de nuevo. Ya faltaba poco para L.A, así que seguimos tranquilamente hasta llegar a L.A y a mi apartamento. Michael estaciono el auto y me ayudo a llevar las cosas a la recepción, donde me dieron la llave…de otro apartamento, que me gustaba mucho, decidí cambiar. Subimos al  tercer nivel, ahí estaba mi nuevo apartamento. Michael  me ayudo a desempacar, empezamos con las cosas de la cocina, luego la sala, y los pasillos, ya era algo tarde así que decidimos salir a almorzar. Nos fuimos a un lugar muy juvenil almorzar, con buena música y deliciosa comida. Charlamos aún más, y hasta bailamos varias canciones en la disco del restaurante. Nos la pasamos genial, fue demasiado divertido. Bailar con Michael era divertido, pero también cansadísimo, ese hombre era magia. Me canse y el divertido, me abrazo y pedimos algo de tomar, después de que me estuviera molestando y nos riéramos de tonterías  nos dieron las 7:00 p.m, regresamos a mi apartamento. Nos sentamos en el sillón.
-que genial estuvo este día, de nuevo.
-¡sí!...fue lo máximo. ¿No quieres tomar algo?
-está bien…-dijo mientras se quitó la chaqueta que traía. Viéndose aún más guapo de lo normal.
-le pase su vaso de vino, no sé si tenía alcohol, o era solo jugo de uvas, pero en fin, mejor decidí ahorrarme la interrogación y bebimos mientras hablábamos. Luego de horas de hablar…como que si tenía alcohol lo que bebimos, y nos quedamos doblados en el sillón. Pero creo que no era lo que habíamos tomado, no habíamos dormido mucho anoche, según me conto y le conté. Así que nos quedamos dormidos abrazados cómodamente. Se sentía el tierno calor de su pecho…los latidos de su enorme corazón…su aliento tan tranquilizante…su aroma tan hipnotizante…quedándome en un trance.